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12 Gócense y alégrense, porque su recompensa es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de ustedes.

La sal de la tierra y la luz del mundo

13 “Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.

14 “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida.

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